Este blog hablará sobre lo que significa para mi la gran inmensidad que nos rodea a diario, que tenemos a nuestro alcance en cada instante y no aprovechamos. Este inexplicable regalo de Dios es el cielo, pero no el cielo hablando de algo religioso, sino lo que vemos en las mañanas cubrirse de colores claros y delicados y que durante el día se va haciendo más brillante, hasta llegar al atardecer, en el cual el sol destiñe su esencia roja y anaranjada sobre las nubes y hace bellezas, que inspiran a algunos...
Para mí, ¡un día soleado es una maravilla!, es lo que hace que yo esté feliz. Si el día se encuentra nublado y gris, por un momento me da tristeza porque sé que podría ser diferente, pero después solo le doy gracias a Dios por darme ese regalo que es el cielo, que nos presta las nubes para que las admiremos. Sus formas, su movimiento, la manera en la que el sol las ilumina por encima y resalta sus contornos. En fin, es algo hermoso, que me inspira y hace que un día llegue a ser diferente.